Necesario para entender el presente entre Marruecos y España es comprender su pasado, y eso es lo que hace JDJ: afrontar, en dos artículos, los inicios de las relaciones entre los dos países, allá por el siglo XIX: Marruecos: los comienzos I y Marruecos: los comienzos II.
«Con la firma el Tratado de París, 10 de diciembre de 1898, España perdió sus colonias y entró en una grave crisis de conciencia colectiva que es bien conocida por todos, o casi todos los españoles. En esa situación, España alimentó el interés de Inglaterra, que no hay que olvidar que ya tenía una pica puesta en la península, llamada Gibraltar, y que cada vez se sentía inmersa dentro de un tablero internacional de creciente enfrentamiento que, efectivamente, acabaría provocando la primera guerra mundial. Sir Henrick Drummon Wolff, entonces embajador británico en Madrid, comenzó las conversaciones con el gobierno español, presidido por Francisco Silvela y cuyo ministro de Asuntos Exteriores era el duque de Almodóvar del Río, sobre la fortificación de los terrenos españoles aledaños al Peñón. En el marco de dichas conversaciones, Inglaterra manejó la posibilidad de apoyar los intereses españoles. Incluso se llegó a hablar de un canje de Ceuta por Gibraltar.
Todo tenía sentido en el marco de la preparación por parte de Londres de una guerra con Francia. El 10 de julio de 1898, una expedición francesa a las cuencas del Nilo llegó a Fachoda, donde literalmente chocó con las tropas británicas al mando de Sirdar Kitchener.»