Mozambique es uno de esos países que a occidente nos la trae al fresco, a pesar de su situación de protesta violenta constante o de soportar una hambruna que está provocando la práctica desaparición de sus habitantes. Habla Nastasya Tay. Más de la mitad de los mozambiqueños pasan hambre.
«Mozambique es uno de los países más pobres en África. A pesar de contar con una amplia tierra arable y una costa que ofrece oportunidades para el comercio marítimo, más de la mitad de sus 22 millones de habitantes pasan hambre todos los días. En septiembre, violentas protestas en ciudades y en suburbios en torno a la capital de este país de África austral llamaron la atención internacional. Al menos 13 personas murieron y cientos resultaron heridas. Tres meses después, los neumáticos quemados y abandonados en las carreteras sirven de recordatorio del descontento popular.
Las manifestaciones fueron realizadas en algunos de los barrios más pobres. La gente salió a las calles en protesta por los altos precios del pan, de la electricidad y del agua. Pero también exigían justicia y transparencia a un gobierno acusado de corrupción. Después de negarse vehementemente a controlar los precios, las autoridades finalmente anunciaron un subsidio al precio del trigo, y aseguraron que no aumentarían ni el agua ni la electricidad.
En 2008 se habían producido similares manifestaciones en torno a la capital por el aumento de los precios en el transporte público. Entonces, para detener las protestas, el gobierno revirtió el incremento y puso tope al precio del combustible. Los importadores fueron obligados llevar la carga del aumento en los precios del mercado, estimada en millones, que el gobierno aún les debe devolver.»