Las pensiones pagarán la deuda de los bancos es la conclusión a la que llega Andrés Herrero, indignado por cómo los mercados tienen el control de los estados y somos los ciudadanos los que pagamos una y otra vez sus desmanes.
«Cuando los bancos privados tienen problemas no se nacionalizan, sino que se les ayuda, y en cambio cuando esas dificultades afectan a Cajas de Ahorros públicas, se las privatiza. Una aberrante lógica económica que conduce a que a los mismos mercados que generaron la crisis, haya que concederles credibilidad y crédito ilimitado para que puedan seguir practicando su pillaje sin fronteras.
A pesar de que los planes de rescate de la banca se han transformado por arte de magia en paquetes de estímulo a la economía, el estallido de la burbuja inmobiliaria ha abierto una sima sin fondo en las cuentas de la banca: deuda impagable que ésta ha endosado al estado, y el estado a los ciudadanos de a pié.
La nacionalización de la trampa bancaria ha convertido un problema de deuda privada en un problema de deuda pública, y la insolvencia de los bancos en insolvencia del estado.
¿Cómo se puede consentir que el riesgo de unos bancos privados se transforme en riesgo del país, como ha sucedido con Irlanda e Islandia, y se arrastre al abismo a toda la población?»