Un centro de salud en la frontera, breve reportaje de Pilar Rodríguez sobre la deficiente situación del sistema de salud colombiano.
«Aunque esta ley pretendía acabar con la segmentación y las desigualdades en el acceso a los servicios sanitarios, el efecto fue el contrario. Este nuevo sistema de salud pública se apoyaba más en aseguradoras privadas y quedaba alejado del control estatal. Aquellos pertenecientes al régimen subsidiado percibían sólo un 60% de los beneficios recibidos por aquellos pertenecientes al régimen contributivo, y para estos últimos los beneficios no fueron suficientes ni estuvieron garantizados. A partir del año 1999, se fue haciendo más evidente el fracaso de dicho sistema, que se fue empobreciendo progresivamente. El régimen basado en el subsidio se vio estancado, mientras que el contributivo fue disminuyendo. Esto imposibilitó la cobertura sanitaria para la mayoría de los colombianos. Además, se realizaron progresivos recortes en los gastos destinados a salud, que tuvieron como consecuencia el aumento del desempleo y la pobreza, sobre todo, por la política marcada por el Plan Colombia, donde se han destinado más recursos para la guerra que para otros sectores fundamentales como la educación y la salud. Así, en la actualidad, se destina un 6% del PIB a gastos militres que sufragan la guerra, mientras que la sanidad y educación se encuentran en estado de emergencia.»