“Hoy no se fía; mañana, sí». Era frecuente encontrar este rótulo en las tascas del viejo Madrid. Forma castiza de expresar la negativa porque el mañana nunca llega y cuando llega ya es hoy. Algo similar sucede con las previsiones económicas en los momentos de vacas flacas.”
Juan F. Martín Seco deduce de ello que “El discurso económico se ha hecho irresponsable”, como tantas otras cosas, en
La secta de los precios estables.