Cuidadoso repaso de J.M. Hernández a los muchos equívocos y mitos en torno a las radiaciones electromagnéticas y sus supuestos peligros, con explicaciones de qué son, cómo funcionan y los niveles de intesidad que tendrían que alcanzar para hacer daño: Cactus contra las radiaciones.
«Ondas de radio, telefonía móvil, televisión y demás emisiones de electrodomésticos (exceptuando los hornos microondas) son de tipo no ionizante y atérmicas. Pero, ¿son inocuas o pueden producir daños a la salud? En un hogar penetran radiaciones electromagnéticas que provienen de las emisiones de radio, televisión y telefonía, además de las generadas en la propia vivienda por los cables eléctricos y electrodomésticos, todas ellas muy por debajo del umbral que puede ser considerado como dañino. No existe ninguna evidencia, en los miles de estudios realizados, de consecuencias relacionadas con la exposición a estos niveles que podríamos llamar habituales. De igual forma, en otras fuentes más energéticas como los cables de alta tensión o las antenas de telefonía móvil, no ha podido demostrarse ninguna asociación con problemas de salud, ni siquiera en los trabajadores que se encuentran en un contacto más directo con ellas. Algunos estudios que muestran posibles efectos negativos de la exposición a este tipo de radiaciones no han podido ser contrastados, por lo que no son concluyentes.»