Es interesante este texto de Liliana Sáez para, de un vistazo, hacerse una idea general de la importancia y el valor del cine italiano dentro de la historia general del cine. Qué pena que el vistazo deje de lado la última hornada de cineastas de este país. Un panorama sucinto del cine italiano.
«Imposible no acudir a los dos ejes en que se da la discusión entre los realizadores y críticos, fundamentalmente centrada en, por un lado, aquellos que estaban por la representación de la realidad más cruda (Ladrón de bicicletas, El limpiabotas y Umberto D, de Vittorio De Sica; Alemania año cero, Roma, ciudad abiertaRoma, ciudad abierta y Paisà, de Roberto Rossellini) o, por el otro, aquellos que buscaban en la estilización de la pobreza vetas poéticas (La terra trema, Bellissima, de Luchino Visconti y Arroz amargo, de Giuseppe de Santis).»: