Son un gozo las reseñas de Juan Francisco Ferré porque su glosa del libro se convierte en un ensayo paralelo, casi un diálogo con el volumen reseñado. En esta ocasión le toca el turno a Gilles Lipovetsky y Jean Serroy y su La cultura-mundo, excusa perfecta para versar sobre las metamorfosis violentas del mundo cultural actual. La revancha de la cultura
«La cultura hipermoderna se parecería más a un hipermercado donde cada individuo busca el producto que responde a sus gustos o preferencias que a un museo o una biblioteca monumentales. Una cultura expandida y expansiva para un mundo excesivo y complejo que exige una permanente reinvención de estrategias, ideas y catálogos. De nada vale quejarse de las coordenadas negativas en que nos sumerge la crisis económica rampante si no se comprende, como posible cambio de actitud, que “en la hora del capitalismo absoluto, donde todo es competitivo, donde todo prolifera y se multiplica al infinito, hay que ser siempre más moderno, reactivo, informado, eficaz”. Es decir, ser “absolutamente moderno”, proyecto mucho más complicado hoy, en plena hipermodernidad, que cuando Rimbaud proclamó este gran eslogan de la modernidad primigenia, mitificada aún por muchos.»