Tras la muerte repentina de Nestor Kichner, Foreing Policy rescata un artículo de 2009 en el que Claudio Savoia repasaba la trayectoria del ex-presidente argentino de un modo nada aséptico: La Argentina de los Kichner.
«En el plano interno, el impetuoso Kirchner seguía forjando enemigos entre personas e instituciones poco populares en la opinión pública –los militares, la jerarquía eclesiástica, los dirigentes políticos de la década menemista y sus socios empresarios–, con más atención a las encuestas de imagen que a las consecuencias de sus llamadas “travesuras”.
En las legislativas de octubre de 2005 postuló como senadora por Buenos Aires a su esposa Cristina, en abierta competencia con la dirigente Hilda González de Duhalde, mujer del ex presidente, consumando así su divorcio político. Cristina ganó con el 44,5% de los votos, despejando dudas sobre quién era el jefe en el peronismo y en el país.
A partir de entonces, el Gobierno kirchnerista mantuvo su mirada puesta en la región, y sobre todo en Brasil y en Venezuela, cuyo ingreso en Mercosur como socio pleno fue apadrinado por Lula y Kirchner. El conflicto con Uruguay recrudeció en retórica y en acciones directas, con el corte del puente internacional que aún hoy se mantiene.»