Yo simplemente he dejado de leerlo en la red, y a la edicion en papel casi ya no acudo. Simplemente ya no me creo nada de lo que allí me dicen. Y el hecho de que se haya vuelto de pago en internet tampoco ayuda. Sin embargo,
Ramón Salaverría da algunas razones interesantes para esperar que el proyecto triunfe: “
¿Por qué nos conviene que el nuevo El País de pago tenga éxito?”. Curiosamente, este animos artículo se desdice con el que el mismo autor publicó unos días después:
Elpais.es desluce su estreno con problemas técnicos. Yo ya no le puedo desear nada bueno al paladín de un imperio monopolístico que utiliza todas las artes a su alcanza para obtener más y más poder.