Pivotes de dirección y achaques de la vejez, un artículo en el que Pseudópodo pone en relación la práctica de producción capitalista de realizar piezas artificialmente caducas para estimular el consumo con el deterioro del cuerpo.
«n realidad, es un principio bien sencillo, y que yo conocía desde que, cuando tenía catorce o quince años, leía en los periódicos sobre las cadenas de alta fidelidad (es curioso que, con lo importante que era eso de la alta fidelidad en los años 70 y 80 ahora no le interese a nadie… pero esa es otra historia). Siempre se explicaba que la calidad de una cadena la determinaba el eslabón más débil: de nada servía tener un amplificador excelente si la aguja del tocadiscos era una patata. Un automóvil no puede reducirse a una “cadena” en la que un elemento va detrás de otro, pero sigue siendo un sistema y el principio básico es el mismo. Por eso, si está bien diseñado, la duración de todos sus elementos debería ser similar: no debería haber ninguno que se deteriorase sistemáticamente antes o después que los demás.
Diamond explica que esto es lo que ocurre en otro tipo de sistemas: los biológicos. ¿Por qué a partir de, digamos, los 50 años empezamos a tener achaques? (no me refiero a que tengamos una u otra enfermedad puntual, sino a que empieza a haber muchas cosas a la vez que nos dan molestias). Precisamente porque es lo esperable de acuerdo con el “principio del pivote de dirección”.»