Va desmontando Fernando del Alamo una a una las razones científicas que se pudieran esgrimir para argumentar las diferencias entre razas demostrando que somos un continuum de casi imposible diferenciación: Racismo.
«ero bueno, ya que buscamos argumentos para ser racista, busquémoslos buenos: la cantidad de melanina está muy bien; pero también plantea problemas. En EEUU, por ejemplo, hay personas negras cuyos ojos, boca y nariz son indistinguibles de las de los blancos; y también podemos encontrar blancos que parecen más negroides que algunos negros. En EEUU no entienden por raza lo que determinan los genes de una persona, sino la categoría en la que fueron asignados sus padres. Hay quienes encasillan a los negros cuando sus antepasados se reducen a un abuelo o bisabuelo, lo que origina el fenómeno de blanco clasificado como “negro”. Y por no hablar de los brasileños que no determinan los tipos raciales con 3 o 4 términos, sino con 300 o 400.
En el norte de África viven millones de personas que tienen labios delgados, nariz fina y pelo ondulado, pero con una tez que va del moreno oscuro al negro. Los nativos de África meridional, como los !kung san, tienen ojos con pliegue epicántico, igual que la mayor parte de los asiáticos, tez variable entre el moreno claro y el moreno oscuro y pelo muy rizado. En India existen personas con pelo liso u ondulado, tez morena a oscura negra, labios delgados y nariz fina. En las estepas de Asia central, los pliegues epicánticos están asociados a cabello ondulado, considerable pilosidad facial y corporal y tez clara. ¿Haríamos distinciones por los rasgos faciales y uniríamos en un mismo grupo a los !kung san con los asiáticos por tener los ojos con pliegues epicánticos?
En fin, tampoco nos sirve para justificar el racismo. Busquemos otra razón.»