Hermann Bellinghausen: “El tiempo era joven todavía. Li Po lo ignoraba, y la mujer en mayor medida. Han pasdado trece o catorce siglos. El sol, teñido de púrpura entonces, incontables veces ha perdido y recobrado su color claro. No tenemos hoy nada que decir, nada, al respecto.”
El hombre más discreto del mundo.