J.R. Mora no es precisamente comedido y discreto en sus opiniones, sino radical y frontal, como debe ser. Aquí habla del progresivo viaje al ridículo que sufren los titulares de prensa. Tontolares.
«Basta darse una vuelta por las portadas cualquier día para encontrárselos, son los tontolares.
Tienen una estructura fija, suele ser así:
“Fulanito, dos puntos, gilichorrez suprema dicha por el político lenguaraz citado antes de los dos puntos”
No importa si el que pronuncia la frase idiota del día está en la cumbre mundial sobre la hambruna o inaugurando una fuente de dos chorros en la plaza del pueblo. La cosa es que los profesionales de la política se conocen el rollo y no dejan ningún acto huérfano de frases gilichorras servidas en bandeja para delirio de la prensa.»