Este texto de David Iwasaki es tan breve como acertado en su valoración de la huelga general de ayer. Desméritos para todo el mundo: Huelga.
«En el fondo, el resultado es el que todos querían: ni el gobierno se va a ver obligado a rectificar (por el corto alcance de la protesta en términos de cuestionamiento de la política económica y laboral), ni los sindicatos se van a quedar sin el apoyo popular y el protagonismo mediático que buscaban con la convocatoria de esta jornada de protesta. La huelga general estaba, sin embargo, abocada al fracaso desde el principio en términos de rentabilidad política.»