Segunda parte del texto dedicado por John Tones a la revista satírica norteamericana MAD, alma mater del género y biblia a la que acudir en caso de desfallecimiento humorístico. Eme A De (2).
«Paradójicamente, fue el referente que mejor conocía (el único, casi) el que me dio las primeras claves para interpretar MAD y, de paso y como dije la semana pasada sin exagerar un ápice, buena parte de la cultura popular de la segunda mitad del siglo XX. Ese referente era Cocodrilo Dundee, aquella película de Paul Hogan como buen salvaje en la ciudad de Nueva York, y que en las páginas de MAD aparecía transformado por Mort Drucker y Dick Debartolo en Crock O’Dull Dummee. Se trataba de una película que conocía bien porque la había visto un par de veces, entre pases en la ciudad y reestrenos veraniegos. Me enfrenté a la parodia algo desconcertado, desconcierto que no podía racionalizar entonces, pero que ahora entiendo perfectamente: ¿cómo parodias una comedia?»