Ángel Ferrero recuerda a Walter Benjamin, de quien se celebra el 70 aniversario de su suicidio, huido en España, temeroso de ser capturado y deportado a los nazis, quizás el mejor crítico literario de la historia y una mente absolutamente indispensable para el siglo XX: Walter Benjamin: Berlín-Moscú-París-Portbou, 70 años después (PDF).
«No vale la pena entrar aquí en el viejo debate entre forma y contenido. De haber renunciado a su estilo, toda la penetración analítica de Benjamin perdería su fuerza literaria. Ahí están los textos para demostrarlo. Y no necesitamos precisamente de hierofantes que nos ofrezcan la revelación definitiva y nos guíen a través de su presunta obscuridad. No necesitamos de más citas descontextualizadas –y aún tergiversadas– encabezando un sinfín de catálogos de arte y artículos académicos. De lo que se trata es de reinsertar a Walter Benjamin en su contexto histórico. Pues, ¿cómo hablar de “El autor como productor” sin conocer los debates político- culturales del momento, sin saber nada de Serguéi Tretyakov, el poeta y dramaturgo soviético amigo de Vsevolod Meyerhold y Serguéi M. Eisenstein, quien representaba a ojos de Benjamin el primer ejemplo de un modelo de escritor postcapitalista?
Se dice que Walter Benjamin comentó en una ocasión al comienzo de su carrera, un tanto arrogantemente, que se convertiría en el mejor crítico literario del siglo XX. Concederle el laurel sería ir demasiado lejos –olvidaríamos con ello a otro grande como Lukács, injustamente castigado hoy con el más vergonzoso olvido académico–, pero no cabe ninguna duda de que los textos de Benjamin, frente a la ortodoxia de paleo y neomarxistas, siguen siendo, hoy como ayer, tan válidos como leederos.»