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Los nuevos economistas, de
Lluís Batlles Bastardas, podemos asistir a un día en la vida de un Asistente Social. No es de los más impactantes relatos que se pueden oír de boca de estos profesionales, pero sí un buen ejemplo de esa otra España que no va bien: “Al fallecer el marido la situación económica ha empeorado porque prácticamente ha perdido una pensión y los gastos básicamente son los mismos. La respuesta que le doy frustra sus expectativas y se queja de la injusticia, del gobierno y que ‘no hay derecho’. Se lamenta y aparece el discurso de que sólo se ayuda a los inmigrantes. Cada vez aparece más este argumento. Antes recuerdo que algunas personas decían que los que más ayudas recibían eran los gitanos.”