El fotógrafo Edu Nividhia se queja, y con razón, de los problemas de prepotencia censora con la que se encuentran los reporteros gráficos que trabajan en ese templo de la democracia que es el Congreso. Respeta las normas… aunque no te diga cuáles son.
«Desde que Marín se hizo con la presidencia del Congreso las trabas puestas a los fotógrafos son cada día mayores. Buscan —y de esto no tengo pruebas ni dudas— limitar al máximo el trabajo de los fotógrafos para convertirlo en un pool en un futuro cercano. En lenguaje de calle esto significa que el Congreso no quiere que hagamos nuestro trabajo, sino que prefiere que lo hagan sus fotógrafos para poder controlar —como hacen ahora con la señal del hemiciclo— las imagenes fijas que van a los medios de comunicacion.
Cada día tenemos menos espacio para trabajar, cada día tenemos mas seguridad controlándonos, cada día podemos ir a menos lugares del Congreso… la última… pedirte que cumplas unas normas que ¡oh sorpresa! se niegan a facilitar.»