Gustavo Duch habla de todo lo que tendría que hacer un usuario normal para poder hacer una compra de pescado realmente responsable, y de cómo es el Estado el que debería responsabilizarse de ese proceso, y no el consumidor. La larga lista de la compra.
«1.Algunos caladeros están altamente sobreexplotados y lo mejor sería que no se pescara en ellos durante un tiempo para favorecer su recuperación. También debemos ser prudentes con especies sobreexplotadas como el atún rojo, el bacalao de profundidad o diversos tipos de tiburones. Sería adecuado entonces llevar a la compra las listas del WWF o Greenpeace con esta información.
2.Debemos controlar no comprar pescados de tamaño insuficiente, algo un tanto complicado dado que el tamaño mínimo cambia ligeramente según la pesquería (por ejemplo, en el Cantábrico y el noreste el bacalao debe ser superior a los 35 centímetros, las doradas a 19, la merluza europea a 27, los boquerones a12…). Pero se puede solucionar si llevamos con nosotros una regla y un listado de tamaños mínimos para salvar a los pezqueñines.»