Reproduce Juan Francisco Ferré un fragmento de su novela Providence en el que el protagonista reflexiona sobre el mundo post 11 de septiembre y la ilusión de la lucha por la seguridad: Zona cero. [Les saldrá, si clican, una advertencia sobre posible contenido indecente: ni caso]
«El colmo es que nos hemos tragado la propaganda hasta el punto de que creemos que un país como los Estados Unidos está haciendo todos los esfuerzos imaginables para capturar a Bin Laden. El candor de la opinión pública, intencionado o no, es insondable. El presidente Bush no puede tener ningún interés en ahorcar de un raquítico árbol afgano, con una vieja soga recuperada de una anticuada película del oeste, al nuevo Viejo de la Montaña y líder renovado de la secta narcotizada de los Hassissin, por la sencilla razón de que preservando su vida para que siga dirigiendo operaciones terroristas espectrales y enviando de tanto en tanto comunicados apocalípticos a un mundo que ha dejado de tomárselos a risa, es como cumple a la perfección con el papel que se le ha asignado en esta comedia criminal y sangrienta cuyo escenario geopolítico ocupa hoy toda la tierra. Su existencia indemostrable sirve de pretexto para tener al mundo entero bajo control, como rehenes de una situación indeseable que favorece sólo los intereses de los fundamentalistas de todo signo. Cristianos, judíos o árabes sólo pueden desear enfrentarse a líderes como los que ahora mismo defienden sus respectivos intereses, pues en la confrontación y la radicalidad de sus ideales se entienden mucho mejor que con el verdadero enemigo que no es otro que todo aquel que no comparta su visión ciega, trasnochada y fanática de la existencia humana…»