¿Otoño del patriarca? es un buen artículo que glosa la figura de Manuel Fraga y constata su declive político:
“La última vez que nos vimos personalmente ya era el rostro de AP:
-¿Por qué ha pegado usted tantos gritos en su vida? -fue mi última pregunta.
-He pegado los que he tenido que pegar, pero a usted no le he pegado ninguno (y empezó a levantar la voz), así que hable de lo que conoce (dio un golpe en la mesa y temblé por el jarrón) y no de lo que le digan (y se levantó y se marchó dando un portazo).”
En cualquier caso no estoy de acuerdo: ni fue, como se dice en el texto, un buen gobernante ni ahora está actuando desmedida ni incontroladamente: lo que sí es es un buen político (en el sentido, claro, de superviviente a toda costa): quizás en cualquier otro sitio lo hubiesen expulsado de la presidencia hace décadas, pero estamos en Galicia, y él lo sabe: ganará, sin dudarlo, las próximas elecciones.