John Tones lanza la artillería contra la mayor parte de viñetistas políticos de los medios de comunicación, que se han especializado en no mojarse y han entrado de cabeza en la mediocridad invisible. Humor político miserable.
« En este excelente artículo extraído del Focoforo, por ejemplo, llaman a los chistes políticos «la forma más baja de comunicación», y explican por qué el humor editorialista de la prensa norteamericana se ha convertido en una forma de contar chistes panfletaria, ramplona, torpe y poco refinada. Con precisión quirúrgica le sacan los colores a algunos de los más torpes humoristas diarios, y razón no les falta. Desde la obsesión con etiquetarlo todo para que el humor sea perfectamente comprensible hasta por el lector menos capacitado para la observación, un recurso que algunos de nuestros mejores dibujantes satíricos, como Manel Fontdevila saben cultivar con gusto, ironía, y aprovechando los recursos del disparo único, simbólico y rabioso en la cara del lector.»