Pianista en un burdel hace una llamada para contactar a los eurodiputados que tienen hasta el 9 de septiembre para rechazar en la Comisión Europea el tratado ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement), y da sus razones para ello. El fin del mundo ya fue.
«Sin ir más lejos, una de las cláusulas del tratado ACTA prevé que los proveedores de Internet estén obligados a proporcionar los datos personales de cualquier usuario que parezca sospechoso de piratería… a los ojos de esas empresas. No hacen falta pruebas, no hace falta denuncia ni prodicimiento judicial. Basta que una empresa se lo solicite a otra. Intervención del Estado: cero.
Eso es lo que los miembros de la Comisión Europea, probablemente los mismos lumbreras que consiguieron que meter una botella de agua en un avión parezca un acto de terrorista, están preparando para nosotros. Hay algo más de información sobre ACTA en el periódico Diagonal y en algunas entradas de la Asociación de Perroflautas Internautas. Pero les resumo el asunto: los eurodiputados tienen hasta el 9 de septiembre para firmar la Declaración 12/2010 de rechazo al tratado ACTA. Ha habido varias prórrogas ya, así que todo indica que es la última oportunidad que tenemos de librarnos de Matrix… de momento. Porque volverán a la carga, qué duda cabe.»