Janine Mendes-Franco (con traducción de Gabriela Calderón) nos vuelve a llamar la atención sobre cómo las multinacionales se aprovechan de las crisis causadas por desastres naturales para intentar seguir haciendo negocio, disfrazándolo de donaciones. Haití: Diciéndole "no" a Monsanto
«Pero se ha hecho poco por mitigar las preocupaciones de los pesimistas por Monsanto —o de los granjeros haitianos, para tal caso— que, a comienzos de junio, llevaron a cabo una protesta en contra de la “donación” y quemaron más de 400 toneladas de maíz híbirido y semillas vegetales de Monsanto. Los haitianos son tan receptivos hacia estas semillas híbirdas que están inundando su industria agrícola local como lo son a más réplicas, refieríendose a ellos sin rodeos como “un nuevo terremoto”.»