El cine de género negro hecho en España tuvo una pequeña época dorada durante los años cincuenta y sesenta, aunque hoy es un cine que se ha quedado en el olvido. El Dr. Zito recupera aquellas películas y las observa con su mejor ojo analítico. El mal en el cine negro español.
«Con Arturo Fernández como galán de cámara y Julio Coll como director habitual, el cine negro español era de los del “el mal siempre paga”, por supuesto, y sin embargo su concepción de ese Mal, sus esbozos de la naturaleza de la avaricia y la miseria moral que impulsaba sus argumentos fue cambiando sensiblemente con el tiempo. En El Cerco (Miguel Iglesias, 1955) un eléctrico heist movie de 77 minutitos, los malvados atracadores son más o menos unos criminales sin alma, hombre de armas que guardan cierto honor entre ellos, aunque no duden en apretar el gatillo cuando conviene y cuyas motivaciones, aparte de la evidente codicia, nunca se exploran ni se explican.»