Es impresionante leer la recopilación de éxitos y maravillosas aportaciones a la ciencia que fue la vida de Robert Hooke, el científico inglés contemporáneo de Newton, y pisoteado por él. Lo cuenta Fernando del Alamo.
«Junto a Giovanni Domenico Cassini y a Christian Huygens, fue uno de los primeros astrónomos que observó con detalle la superficie de Júpiter. En 1664 comunicó la presencia de una pequeña mancha en el mayor de los cinturones que creyó ser una característica del planeta y no la simple sombra de una luna. De hecho, fue el primero que observó la rotación tanto de Júpiter como de Marte. Los dibujos que hizo del planeta rojo se utilizaron en el siglo XIX para determinar su velocidad de rotación. Fue, además, quien hizo la primera descripción conocida del planeta Urano y el primero en descubrir una estrella binaria, es decir, dos estrellas que describen una órbita alrededor de un centro de masas común.
Hizo un “Discurso sobre los terremotos” que todavía hoy fascina a los geólogos que lo leen, pues habló en él de la formación de accidentes geomorfológicos.
Sus teorías sobre la luz estaban basadas en una teoría ondulatoria que incluían ondas transversales, o sea, las que van de lado a lado, y no sólo longitudinales, como las de compresión del tipo de empujar y tirar de las que hablaba Huygens.
Mantenía la actividad de la Royal Society realizando experimentos en cada una de las reuniones semanales, algunos a petición de otros miembros y otros de diseño propio. También leía públicamente ponencias remitidas por miembros que no estaban presentes, describiendo incluso nuevos inventos. En las actas de los primeros años de la Royal Society, una página tras otra, todas contienen expresiones del tipo “el señor Hooke realizó…”, “al señor Hooke se le encargó…”, “el señor Hooke observó…”, “el señor Hooke hizo algunos experimentos…”, y así una y otra vez.»