Hemos recomendado por aquí un par de entrevistas con Beatriz Preciado, la autora de Pornotopía. Ahora Juan Francisco Ferré reseña el libro, y creo que refuerzo un poco la idea que teníamos de él como ensayo lúcido: Devenir Playboy.
«Las “conejitas”, esas adorables compañeras de juego del varón más juguetón, sin cuya omnipresencia carnal ese mundo viril se desmoronaría fatalmente. El cuerpo coreográfico de modelos y camareras despampanantes que rodea siempre al hombre en pleno devenir “playboy”, subrayando su condición de tal o su deseo de serlo, o la belleza desnuda que se exhibe en solitario como una promesa de felicidad paradisíaca para el comprador onanista. Fueron muchas las elegidas para encarnar con sus encantos los ideales estéticos de la empresa. Así, la “playmate” fundacional fue una exuberante Marilyn Monroe y la decadencia del tipo la representaría, con sus excesos quirúrgicos, Pamela Anderson. Es irónico que Hefner, sabiéndose al borde de la muerte y, por tanto, de la inmortalidad reservada a los creadores de grandes mitologías de consumo popular, se apegue a los orígenes de su universo fantástico y quiera ser enterrado en una tumba contigua a la de la estrella cinematográfica más sexy de la historia.»