El gobierno ha decidido asumir las funciones parentales y hacer del «eso no se dice» una ley de censura. Al primero que le ha tocado seguramente nos parecerá gracioso, y muchos nos regociajremos en silencio, pero ojito porque el segundo podemos ser cualquiera: ¿Se puede decir en la tele que no te gustan los homosexuales?, por Andrés Boix.
«Dicho lo cual, creo que conviene indicar que incluso en el caso de que el contenido del spot fuera algo tan directo como una crítica a la homosexualidad, ¿acaso eso justificaría la sanción? A mi juicio, tampoco. ¿O es que no se puede decir, escribir, difundir una opinión de alguien que considere una absoluta aberración la homosexualidad? No veo el más mínimo problema en que se haga, la verdad. Como no veo el más mínimo problema en que alguien critique la heterosexualidad, el matrimonio tradicional y las parejitas con tres churumbeles y adosado para el fin de semana. “Son unos enfermos y tendencialmente perversos”, diría yo. E, incluso, digo yo, se podrá decir todo tipo de animaladas sobre los homófobos y su psique enferma. ¿O es que acaso quien tenga esa opinión no la puede expresar? ¿No están amparadas por la libertad de expresión juicios como los refferidos, todos ellos evidentemente valorativos, opiniones que es claro que no son más que eso y que, en consecuencia, valen lo que valen los argumentos que las sustentan?Incluso, yendo si cabe más allá, y caso de que el contenido de un hipotético vídeo fuera claramente reprobable (yo qué sé, imaginemos una emisión diciendo que hay que exterminar a los homosexuales o a aquellos que se acuestan con señoras de origen extremeño de entre 30 y 32 años y con los ojos azules “porque Dios lo pide para borrar la indencencia de la faz de la Tierra”; —-que, ahora que lo pienso, ¿de veras eso sería claramente reprobable?, ¿no se trata de una chaladura sin demasiada importancia y a la que no vale la pena dar mayor importancia?—-, así que mejor pongamos un ejemplo que a todos nos pone de acuerdo sobre su inadmisibilidad, imaginemos un vídeo insultando gravísimamente a los Príncipes de Asturias y sus adorables hijitas, llamándolos chupópteros y cosas peores), ¿qué hace ahí el Gobierno decidiendo lo que se puede decir y lo que no? ¿No se supone que eso, según la Constitución, en España, lo debe hacer un juez?»
2010-07-23 11:53
Cada vez que me topo con uno de esos tipos a los que no se les cae de la boca la palabra “tolerancia”, corro a ponerme a cubierto. O tiene un garrote en la mano o aspira a tenerlo.
http://antoniolopezpelaez.com
2010-07-26 04:27
No creo que los homosexuales sean seres perversos,ni enfemos, ni nada de eso.Pero estoy convencido de que la homosexualidad es una grave disfuncion de la cual es un poco tonto sentirse “orgulloso”, tal y como lo sería proclamar el “día del orgullo del impotente o “ el dia del orgullo del eyaculador precoz”. Así que menos orgullo,menos hacerse las vitimas y más acercarse a un buen psicoanalista que,según el D.Freud- les puede “arreglar” su problema.!Vengan para este lado que-les garantizo-se pasa de rechupete!
2010-07-26 20:27
Yo creo, Baldomero, que se puede decir lo que tú dices. Pero convivir con homosexuales te va a ser un poco más difícil …