Anthony Grafton habla de la caída de calidad y prestigio de las universidades británicas, que según el autor han dejado de proponer excelencia para convertirse en empresas vendedoras de títulos. La desgracia de las universidades británicas.
«En el King’s College en Londres, el director de Artes y Humanidades ha informado a profesores reconocidos mundialmente –uno de ellos, David Ganz, especializado en paleografía, y dos en filosofía– que sus puestos serán descontinuados al final del año académico. Los tres son académicos sorprendentes con estudiantes notables. La paleografía –por tomar la materia que conozco mejor– es al estudio de textos lo que la arqueología al estudio de ciudades y templos. Los paleógrafos sientan las bases sobre las que otros humanistas trabajarán. Dicen a historiadores y académicos literarios qué textos fueron escritos cuándo, qué escritura fue usada y por qué y por quiénes. Estudiar y analizar estos manuscritos es central para que funcionen adecuadamente los muy reconocidos programas de estudios medievales que se cuentan entre las glorias del King’s College. Es por eso que Jeffrey Hamburger, el historiador del arte de Harvard y uno de los expertos más renombrados en manuscritos medievales, ha organizado una campaña mundial para revertir esta decisión. (De manera similar, el filósofo de Chicago Brian Leiter ha hecho públicos estos recortes en departamentos de filosofía en su popular blog Leiter Reports.)»