Es brillante el análisis que hace JDJ de la importancia de la victoria de España en el Mundial, aunque yo no comparta o matice mucho sus conclusiones. Viene a decir que el domingo nos sacudimos el lastre del franquismo, La mugre, cosas como por ejemplo dejar de asociar la bandera con el fascismo.
«¿Cómo íbamos siquiera a soñar con ganarles en algo? Ciertamente, Massiel marcó una muesca; pero nosotros seguíamos siendo los parientes pobres. Todo lo extranjero, por definición, era mejor. Josele, un excelente humorista, llenaba las salas de fiesta con un sketch en el que un andaluz hablaba por teléfono con otro andaluz, emigrado a algún otro país del mundo, y le gritaba: ¡Vente p’a España, tío! Decir eso, en la adolescencia y juventud de las gentes de mi generación, era el equivalente del ¿Qué passa, Neng? de hoy en día.
¿Once españoles ganándole a once alemanes, a once holandeses? Estás de coña. Nosotros ni aspirábamos a eso. España era todo lo que no eran esos países y, consecuentemente, ellos eran todo lo que nosotros no éramos. Eso sí, Rusia era otra cosa. A Rusia le habíamos marcado el famoso gol de Marcelino. Y te parecerá acojonante pero, sí, se puede vivir más de diez años recordando sólo un gol, que ni siquiera se marcó en una final. Porque nosotros, amigo mío, nosotros no llegábamos a las finales.»