¿Quieren cotilleos? Pues aquí tienen Monegascos, para que lo hagan con fundamento: la historia de la corona monesgasca y su propensión a los escándalos, por JDJ.
«Regresemos a los finales del siglo XVII. Allí encontramos a Luis I de Mónaco, bajo el reinado de Luis XIV. Luis está casado con Catalina Carlota de Gramont, a quien, como tantas otras de su clase, le han impuesto dicho matrimonio. Ella quería haberse casado con el apuesto hijo del conde de Lauzun, futuro duque de Puyguilhem y primo suyo. Los tres primeros años de dicho matrimonio transcurren en París. Catalina Carlota ha sido designada para el gabinete de Enriqueta de Inglaterra, cuñada del rey de Francia. Aunque, en realidad, permanece en la capital para así tener tiempo de zumbarse a su primo. Al príncipe Luis esta situación no le hace demasiada gracia, motivo por el cual decide llevarse a su esposa a Mónaco, o sea el culo del mundo. Puiguilhem sigue a la carroza de su amante disfrazado hasta la misma raya del principado, momento en el que tiene que darse la vuelta. Luis, dueño absoluto de su esposa como era costumbre en aquellos tiempos, encierra a su mujer en una vida provinciana, más que aburrida, plana. Pero un día, acosado por el déficit público (no había ruleta entonces), decide imponer un peaje a los navegantes que pasan por su puerto, y éstos protestan a París. Luis tiene que enviar allí a un embajador con capacidad de convicción, y no se le ocurre otra idea que enviar a su mujer.»