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Huelga salvaje, huelga domesticada

Como ya hay bastante “cabreo mediático” con la huelga de Metro en Madrid (que por cierto me pilló ayer de lleno), vamos con otro punto de vista, bastante razonable. Por un lado Isaac Rosa se cabrea con el término Huelga salvaje. Y por el otro Antonio Hedilla revela algunos datos sobre la huelga que igual no todos saben (como que los trabajadores del Metro de Madrid NO son funcionarios). Huelga de Metro, a ver si la peña se entera

«El término “huelga salvaje” se refería, en su origen, a aquélla que montan los trabajadores espontáneamente, a espaldas de los sindicatos. A partir de ahí, puede ser también salvaje por ilegal o violenta y en ocasiones lo son. Pero también podemos pensar en otro significado de salvaje: el animal que no ha sido domesticado, que se mantiene fiero. En ese sentido, huelgas como la propuesta por los trabajadores del Metro serían, en efecto, salvajes, pues se parecen a cómo eran las huelgas en los inicios del movimiento obrero, antes de que fuesen reguladas, limitadas y, en definitiva, domesticadas.

Aunque en España la Constitución pide una ley de huelga, ésta nunca llegó, y sigue vigente una norma preconstitucional. Con ella, los servicios mínimos son fijados discrecionalmente por la autoridad, y los huelguistas tienen que cumplirlos, aunque los vean abusivos. Siempre pueden recurrir a la Justicia, pero cuando les da la razón el daño ya es irreparable. En el caso del Metro, los servicios mínimos del 50% implican que los viajeros esperen unos minutos más de lo habitual, y que viajen más apretados. Así se garantiza la “normalidad”, justo lo contrario a lo que pretende cualquier huelga»

Alberto Haj-Saleh | 30/06/2010 | Artículos | Sociedad

Comentarios

  1. Ana Lorenzo
    2010-06-30 11:17

    Creo que, aparte de montarse por los trabajadores espontáneamente, el término «huelga salvaje» aludía también a que la huelga era indefinida; que, por cierto, lo estaban pensando ayer, lo de transformarla en indefinida.
    Los trabajadores de Metro de Madrid, efectivamente, no son funcionarios, son trabajadores públicos, de empresa pública, que cobran del presupuesto público.
    A mí me parece una tropelía que se les baje el sueldo, pasando por encima del convenio colectivo, pero es que me parece igual que se les baje a los funcionarios públicos, que no llega al año que habían conseguido que se descongelase su sueldo y que se subiese por fin.
    Lo que yo no entiendo es dónde está la huelga general —que si la hacemos en septiembre porque se notará más, que si hacemos primero la de funcionarios, ahora la de metro, luego la de transporte…—, porque aquí los pringados son los de siempre: pensionistas, funcionarios, trabajadores públicos, trabajadores en general, pequeños empresarios; mientras que a los grandes empresarios y a la banca no hay que asustarlos, cuidado, que se van a otro país, que si quiebran —o dejan de ganar lo que ganan—, lo pagamos todos…
    Y en este follón los políticos que nos están quitando derechos ganados durante lustros son todos, empezando por el gobierno central (no el de Madrid, aunque esté en Madrid), no solo los gobiernos de las CC. AA. (ha sido en Madrid y en Cataluña donde se ha aplicado el recorte de los funcionarios a los trabajadores públicos, aunque la media no es del 5%, es menor): ¿dónde hay una huelga general en la que nos unamos todos?, ¿por qué los sindicatos protestan solo contra determinados partidos políticos?
    Así nos va.
    (Aparte de que me parece genial la huelga, el caos fue espantoso: los autobuses iban tan llenos que, en los que paraban, no se podía entrar; no había taxis por ningún lado… Llegar a trabajar 1 h tarde era tener suerte. Y eso que, prescindiendo del coche, la gente se lanzaba a andar.
    Yo no llegué al hospital a cuidar de mi madre, je. Pero bueno, los servicios mínimos que se supone están para esos casos [emergencias y otros] no existían. Menos mal que en la huelga de funcionarios en la UCI no decidieron no hacer servicios mínimos. Más allá de leyes de huelgas o de servicios mínimos abusivos, también deberían los colectivos pensar en que el sentido común está para algo: no hace falta poner un tren cada 15 minutos, pero, madre mía, paralizar la ciudad hasta para emergencias…)
    Un beso.


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