¿Se imaginaban que hace más de un siglo los coches eléctricos fueron la avanzadilla tecnológica en automoción? Yo no, pero Alejandro Polanco Masa nos cuenta cómo por aquel entonces un coche eléctrico batió el record de velocidad: Un torpedo eléctrico supera los 100 km/h.
«La historia del artilugio es ciertamente curiosa. Este “coche” con forma de torpedo que parece montado de forma algo tosca sobre un chasis de aspecto robusto, se movía animado por electricidad. Camille Jenatzy, su piloto y promotor, logró superar por primera vez los 100 kilómetros por hora de velocidad sobre un automóvil (105.882 km/h para ser exactos) y estableció así un nuevo récord de velocidad. Puede que alguien por ahí hubiera superado esta velocidad en algún trasto cuesta abajo, pero Camille era un cazador de récords y, cuando llevó a cabo su gesta, todo estaba preparado para cronometrar y registrar dicha hazaña. El piloto, de origen belga, dejó atónitos a los ciudadanos de París que se acercaron para ver a una especie de “pepino” de plateado aluminio surcar una pista con rapidez asombrosa y, además, silenciosamente.»