Y otra entrevista, esta vez al hombre que ha vuelto a traer la filosofía-espectáculo a la escena pública, el esloveno Slavoj Zizek, siempre lenguaraz y polémico en sus formas y en sus contenidos. Detrás de cada limpieza étnica hay un poeta.
«Se confiesa pesimista a largo plazo. “El futuro de la democracia”, afirma mordaz, “es Berlusconi. Un gobernante que construye un Estado cada vez más autoritario y que distrae a la gente de vez en cuando con escándalos, como cuando se le acusa de ser impotente y se ofrece para demostrar ante cualquier tribunal que no lo es. ¿Cómo pretendía hacerlo?”. Berlusconi, sugiere Zizek, se halla a mitad de camino entre Ubu Rey y Groucho Marx, pero “de modo inteligente” señala el futuro de un capitalismo “autoritario”. Como en China. “No es nada seguro que el desarrollo del capitalismo ponga en movimiento los deseos de democracia. El capitalismo asiático funciona sin democracia y no tiene problemas.»