En el periódico El Mundo han pedido a once escritores que escriban once perfiles literarios de once jugadores del mundial, con unos resultados más que interesantes. Por ejemplo este de Messi que hace Andrés Neuman. Once Literario.
«Messi tiene cara de haberse educado en una campana de cristal. De haber sido protegido hasta el aislamiento. Masculla en argentino como si acabara de aterrizar en Barcelona, donde lleva media vida. No responde en catalán, aunque lo comprenda perfectamente, cuando los medios culés lo interrogan en la lengua de Carner. Como no participó profesionalmente del fútbol argentino tiende a sobreactuar su apego a sus orígenes, en una probable mezcla de lealtad, culpa y obediencia. Porque Messi parece obediente. Frágil. Callado. Casi autista. Sin embargo, o por eso mismo, en cuanto pisa un campo de fútbol no solamente cambia. Sino que se transforma en otro. En su perfecto opuesto. En su bajito e infinito Mr. Hyde. »