Desde la tranquilidad que da la distancia resulta simpático: les bombardean casi diariamente y pretenden que, en vez de responder al fuego con fuego, habran los paragüas o se aparten. En fin, que uno se pregunta para qué demonios se va a gastar el dinero de la Comunidad Internacional para que los inspectores de la ONU se den un paseito por Irak si va a haber guerra de todas formas.
Ignacio Ramonet,
Resolución 1441: “De esta manera, las Naciones Unidas se pliegan, una vez más, a las exigencias de Washington y demuestran que ya poco se puede esperar de ellas en materia de imparcialidad del derecho internacional. La ONU se nos aparece como un árbitro sometido a la influencia de su miembro más poderoso y más exigente. En muchos lugares del planeta la respetabilidad de la ONU está por los suelos y se le acusa de medir los problemas del mundo con un doble rasero, según se sea aliado o adversario de los Estados Unidos.”