Gorka Zamarreño critica, más allá de otras consideraciones republicanas, el oscurantismo que rodea a la comunicación de noticias sobre la Casa Real, donde toda información “no positiva” que sale viene al descubierto de forma lateral y casi casual. La Casa Real y sus déficits de comunicación.
«La comunicación de la Casa de S.M El Rey deja mucho que desear, hay muchas zonas oscuras. Presiones para que no se publiquen libros como en el caso del libro sobre el 23-F de Amadeo Martínez Inglés. Ese momento de la historia de España ha sido inteligentemente vendido como un triunfo del Jefe del Estado, sin embargo fuentes solventes apuntan a una conjura palaciega reconducida. Nunca lo sabremos, pues las cintas de la centralita de la Zarzuela desaparecieron tan misteriosamente como se quemó el archivo de la Falange y la Guardia Civil. La presión más o menos sutil ha generado el retoque de la biografía de la Reina escrita por Pilar Urbano y que costó la cabeza a Juan González Cebrián (disfrazada de sustitución), debido a que se “deslizaron” comentarios no deseados considerados como nefastos. El episodio del secuestro del semanario satírico, El Jueves sólo demuestra torpeza por parte de las instituciones del Estado, la sátira es la mejor medicina para una democracia y es el mejor paliativo para cualquier organo del Estado. Una declaración del Rey en favor de la revista y en este sentido le hubieran hecho ganar enteros.»