Hay un acuerdo tácito entre la mayor parte de la prensa deportiva y los aficionados para mirar hacia otro lado ante la escandalosa situación del ciclismo en los últimos diez años. Es difícil encontrar alguien en los podios de las grandes vueltas que no hayan sido salpicados por el dóping de uno u otro modo, y eso incluye a Contador, Basso, Valverde o Di Luca. Pablo de la Calle sí habla de ello, ahora que algunos sobresalen en el Giro. Los hijos de Eufemiano.
«Cuatro años después del escándalo de la ‘operación Puerto’, algunos de los ‘dopados’ de Eufemiano Fuentes siguen triunfando. Ivan Basso (‘Birilo’), tras su sanción, se exhibe en el Giro de Italia más atractivo. Michele Scarponi (‘Zapatero’) se destapa como ambicioso jefe de filas. Enigmático mundo el del ciclismo, siempre predispuesto a las resurrecciones.
Mientras el controvertido gurú de la preparación física asegura que ha rehecho su vida como anónimo médico de familia en una clínica de Las Palmas, sus clientes pugnan por recuperar la credibilidad. Algún incauto se preguntará para qué se dopaban si ahora, supuestamente sin consumir sustancias prohibidas, consiguen similares resultados. ¿O no se dopaban? ¿O se dopaban antes y lo siguen haciendo ahora? ¿Son fiables los métodos de detención de productos ilegales? Maldito enredo. Las respuestas pueden encontrarse en las desmesuradas ambiciones económicas y en la insoportable presión del entorno.»