«Si sangra, abre página» es el impecable argumentario de Javier Candeira en torno a la inclusión de fotos en portada de periódicos, no por su relevancia como noticia, sino por su espectacularidad o morbo.
«Hay a quienes ofende esta portada. A unos, porque no respeta la dignidad del torrero. A otros, porque ataca a la sensibilidad de quien visita el kiosko de prensa y no quiere ver imágenes sangrientas. No son estos mis reparos: las imágenes de la cogida son parte del tributo que paga el torero por ser un persojane público (y bien poco tributo que es la foto comparada con la cogida en sí), y entre las funciones de un periódico no está la de respetar sensibilidades. Si una noticia importa, se publica la imagen que haga falta. Pero es la noticia la que decide si la foto es importante, no la foto la que decide si la noticia lo es.»