Quizá la extinción masiva del Cámbrico no fue tal, cuenta Tana Oshima. Así lo constata el último hallazgo de fósiles de tejido blando excepcionalmente preservados que ha tenido lugar en Marruecos. Los primeros animales de la Tierra no se extinguieron.
«Uno de los agujeros más profundos en el complejo puzle de la evolución es el que sigue a la explosión del Cámbrico, hace unos 550 millones de años, cuando se desarrollan los primeros animales después de miles de millones de años de vida unicelular. Sin embargo, después de ese florecimiento que dio lugar a una gran diversidad de formas anatómicas nuevas, estos animales desaparecen del registro fósil. Los paleontólogos han debatido durante décadas si esa ausencia de fósiles se debe simplemente a una mala preservación, o si es que aquella primera fauna de la Tierra fue diezmada durante un gran episodio de extinción en masa.»