Una misión salesiana en la República Democrática del Congo acoge a niños soldado. Moncho Satoló cuenta sus tremendas vivencias en RD Congo: Los niños del Bosco.
«odo comenzó para él a los 12 años, cuando miembros del FDLR (grupo rebelde formado por hutus que participaron en el genocidio de Ruanda) lo secuestraron mientras se dirigía a su casa. Las primeras tres semanas le obligaron a cocinar para ellos y luego recibió dos meses de instrucción. Transcurrido ese tiempo, se encontraba listo para matar: “Por ejemplo, el 28 de septiembre del año pasado asesiné a seis soldados del CNDP (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, grupo rebelde formado por tutsis congoleños y cuyos combatientes, a finales de marzo de 2009, pasaron a formar parte de las tropas nacionales congoleñas tras la captura de su líder, Laurent Nkunda) y a tres civiles que intentaban robar en las ciudades que ocupábamos. ¿Si tenía miedo? Sí, a veces. Pero era lo que debía hacer. Cuando fumábamos marihuana, el miedo desaparecía”, comenta sin atisbo de remordimiento. Mayala se halla completamente solo. Sus padres fueron quemados vivos por tropas del CNDP y sus hermanos, más tarde, asesinados por sus antiguos compañeros del FDLR en reprimenda por haber “vendido”, según ellos, su fusil. Un arma que en realidad le confiscaron las tropas de la MONUC (nombre que recibe la misión especial de las Naciones Unidas en la R.D. Congo) en el momento de desmovilizarlo.»