Guillermo Zapata habla de un trabajo como el de guionista de televisión que, a diferencia del cinematográfico, es una labor alejada de la soledad a la que estamos acostumbrados a imaginar al escritor. El trabajo del guionista es un trabajo colectivo.
«La televisión es una industria y produce unos productos llamados series que constan de capítulos. Esa unidad mínima, el capítulo, sólo tiene sentido si se relaciona con los que le preceden y con los que van después. Esa relación se establece a través de dos cosas:
1.- Las continuidades de tramas y personajes
2.- Las constantes de la serie como producto y como marca.
El capítulo, por tanto, no es un producto, sino una parte del mismo. Por eso, la idea de “serie de autor” es algo que podríamos empezar a desterrar ya mismo.
En serio, hasta Perdidos la pensaron entre, al menos, tres personas. Hasta Aaron Sorkin tuvo que dejarlo una temporada y recuperar fuerzas cuando escribía El Ala Oeste de la Casa Blanca. Los guiones de Buffy, oh sorpresa, no los escribía todos Joss Whedon.»