Miguel Mora cuenta la asombrosa historia del periodista Tommasso Debenedetti, quien en los últimos cuatro años ha estado vendiendo entrevistas a grandes personalidades de las letras con un denominador común: todas eran falsas. 25 mentiras y una gran caradura.
«Fue culpa de, o gracias a, Philip Roth. Y a Barack Obama.
Una periodista del diario La Repubblica, Paola Zanuttini, entrevistó el 26 de febrero a Roth para Il Venerdì con motivo de la publicación en Italia de su última novela, La humillación. La conversación, pesimista y vibrante, titulada El sexo y yo, estaba acabando cuando la periodista hizo la siguiente pregunta a Roth.
-¿Por casualidad también está insatisfecho con Barack Obama? En una entrevista a un diario italiano, Libero, resulta que lo encuentra incluso “antipático, además de ineficaz y deslumbrado por los mecanismos del poder”.
La respuesta de Roth fue fulminante:
-¡Pero si nunca he dicho una cosa semejante! Es grotesco. Escandaloso. Es lo contrario de lo que pienso. Considero que Obama es fantástico. Y encuentro el ataque al que le someten los republicanos muy parecido al que sufrió Roosevelt (…). Estoy muy cabreado por esas declaraciones que me han atribuido: nunca he hablado con ese Libero. Desmienta todo. Ahora mismo llamo a mi agente.
La noticia se difundió como la pólvora por los blogs italianos. Maurizio Belpietro, director del tabloide conservador Libero, un sabueso que ha trabajado para Silvio Berlusconi dirigiendo Panorama y que hoy defiende al primer ministro italiano en todas las tertulias televisivas, reconoció su error y su embarazo y mandó borrar la entrevista de la web.»