El espectacular desarrollo económico de dictaduras como China pudiera poner en tela de juicio la necesidad de una democracia para el progreso. César Arjona reflexiona, siguiendo y rebatiendo a Amyrta Sen, si, finalmente, éxitos como el chino ponen a la democracia y sus valores en peligro. ¿Desarrollo sin democracia?.
«Sin embargo, lo que pasa hoy en China lo elude Sen convenientemente. Y es que, según dicen los que entienden y conocen la situación, el inmenso desarrollo macroeconómico chino viene acompañado de la mayor eclosión de clases medias sucedida en la historia: cientos de millones de personas a las que el Estado ha sacado de la pobreza y lanzado al ámbito del consumo global. Más allá de las consecuencias económicas de esto, nótese que todo ello se está logrando sin democracia y sin libertades, al menos tal como se entienden tradicionalmente en Occidente. Es más, desde una tradición política y jurídica notablemente distinta a la occidental.
Digo que Sen lo elude convenientemente, porque este hecho deja en mal lugar al principio que vincula el desarrollo económico con la democracia. Ese principio que es tan reconfortante y en el que nos gustaría tanto creer. Por eso, Pujol está preocupado por los valores occidentales. Y a mí me parece que tiene motivos.»
2010-04-26 11:50
La idea de que el desarrollo económico (medido estrictamente en términos de PIB) va unido a democracia, justicia y derechos humanos tiene toda la lógica el mundo: nos permite pensar que los países “buenos” son los ricos, precisamente aquellos con los que nos interesa llevarnos bien. Lógicamente el éxito de Sen se debe a que sus teorías coinciden con estos intereses.