Ayer falleció Samaranch y todos los grandes medios se ponen de acuerdo en cantar sus alabanzas. Pero el catalán fue también un personaje de grandes sombras, y así nos lo recuerdan dos artículos (entre otros). Uno es de Juanma Iturriaga, Samaranch y otros asuntos, y el otro del siempre provocador y siempre imprescindible Popota: Samaranch vuelve al Palau de la Generalitat. Ambos son cortitos, así que obviamos el extracto.