Sergio Ramirez escribe sobre la vigilancia. “Si este será un mundo donde los techos y las paredes de los hogares serán transparentes para el ojo todopoderoso, ya hay dos resortes que han sido disparados para hacer posible ese futuro ingrato: el miedo y el deseo de protección. El mundo global, según videntes como Spielberg, será un mundo aterrorizado y ansioso de dejarse proteger.” Lo que a mí más me gusta de estas teorías del Gran Hermano es que dan por sentado que cualquiera puede ser un peligro. ¿Y por qué no iba a serlo?
El ojo que no parpadea.