Hacía tiempo que una reseña no me despertaba unas ganas locas de leer un libro, pero Ramón Buenaventura lo ha conseguido con este texto sobre la última novela de Vicente Luis Mora, Alba Cromm.
«Tampoco parece que el autor se plantee ningún intento de superar las limitaciones lingüísticas que nos inflige la mala calaña de casi todos los lectores actuales. En Alba Cromm se emplea un lenguaje preciso, de buena gramática3, moderno4, de fino oído y ritmo seductor, pero sin ninguna pretensión didascálica, ni de humillar —para que aprenda— al lector esperable : salvo los que tiene que inventar, porque su planteamiento cienciaficticio a ello lo obliga, Mora no emplea en todo el texto ni un solo término para minorías selectas, nada que obligue al lector a recurrir al diccionario5.
Estamos, pues, ante un libro que pule y adapta a los tiempos modernos la tradición narrativa sin hacer difícil la lectura. Muy al contrario : Alba Cromm se lee de un tirón, con ganas de ir averiguando a toda prisa lo que pueda ocurrir en la página siguiente, pero sin dejar de pensar en paralelo ; no es puro entretenimiento, sino, al contrario, una continuada propuesta de reflexión apoyada en un relato con gancho. No es el facilón « piense usted después de haber leído », sino el más anchuroso « piense usted mientras lee, si la cabeza se lo permite ; y, si no se lo permite, diviértase, hombre, que no es pecado ».»