Lydia Molina nos habla de la situación de las empleadas del hogar, una ocupación que cuenta con un porcentaje altísimo de inmigrantes y que sufre un régimen laboral injusto en muchos casos. El empleo fantasma
«En la Encuesta de Población Activa (EPA) 755.000 personas declaran que se dedican al servicio doméstico en España, pero solo 300.000 están dadas de alta en el Régimen Especial de Trabajadores del Hogar, la normativa que regula la situación de este sector y “uno de sus principales problemas”, según Cava. Esta legislación es un decreto del año 85 que no ofrece los mismos derechos que el Régimen General de la Seguridad Social. “Está totalmente obsoleto. No hay derecho al desempleo y el empleador no tiene la obligación de hacer un contrato por escrito ni de dar de alta en la seguridad social si la persona trabaja menos de 72 horas al mes, por lo que muchas veces son las propias trabajadoras las que no quieren darse de alta porque lo ven como algo innecesario. Además, la baja por enfermedad no se cobra hasta pasados los primeros 28 días, y en el caso de despido mientras, generalmente, debe anunciarse con 30 días de antelación, en el caso de las empleadas del servicio doméstico son solo siete”.»