Tanto el teatro como el cine no han logrado separarse de su rémora literaria; es decir, el lenguaje literario, la narrativa, fue adoptado por el cine y el teatro y, salvo excepciones, así ha seguido hasta ahora. El caso del cine es especialmente significativo por cuanto este peso de lo literario supone claudicar ante lo que realmente le hace arte distintivo: la imagen. Algo parecido está pasando con los videojuegos: se analizan, crean y comparan teniendo en cuenta parámetros cinematográficos. La pregunta es si encontrarán su propio lenguaje o como el cine a la narrativa:
¿Una narrativa como la del cine?, por
Daniel Gómez Cañete.